yo NO QUIERO escuchar la MISMA canción
10 VECES sólo por que otros lo decidan por mí.
Nuestros queridos y adorados mass media tienen formas más y menos sutiles para subordinarnos y dominarnos; como en cualquier caso, los que más odio -con seguridad- son los grotescos. La radio netamente (y brutamente) comercial es uno de los blancos de furia.
Por supuesto sabemos que todos los medios -aún los que no sean masivos- son comerciales, tanto como cada una de nuestras acciones lo son, puesto que vivimos un mundo que se fundamenta en el comercio como base de la existencia (imaginate toda tu vida sin ninguna de estas transacciones.. te quedas en bolas, en un descampado, como hace millones de años atrás y hasta sin poder hablar -por que el lenguaje es el primer medio de intercambio con costos y beneficios-).
Pero lo importante es que a pesar de ser esencialmente capitalistas (*véase nota anterior) hay gente que lo intenta. digo, estan los que buscan el estímulo intelectual por mínimo que sea y están los que prefieren reventarte las neuronas hasta dejarte estúpido solo por diversión (y dinero claro).
UNA RADIO que te pasa la misma canción a la mañana y a mediamañana, a la tarde y a mediatarde y a la noche y trasnoche, es un rejunte de gente que te odia.
Las mismas 15 canciones, todo el día, todos los días, por muchas semanas de varios meses.
Sin contar con la CALIDAD del producto musical (por que es digno de suicido colectivo)
lo indignante es que la gente acepte parametrar la influencia musical de su vida entre estas 15 canciones de 7 bandas de 4 discográficas diferentes.
Usted me podrá decir que el poder de elegir es mío, que puedo cambiar de estación de radio o simplemente apagarla, y claro que sí! eso lo tengo muy claro. Yo apago la radio y escucho lo mismo en la tele (en las propagandas en las cortinas de los programas), abro cualquier diario y las notas curiosamente son sobre los mismo artistas de siempre. Voy al almacén y está sonando el mismo tema que suena también en el aula grande de la facultad de sociales cuando en el teórico de antropología hace interferencia la radio con el micrófono, y cuando voy a un bar a tomar algo, y cuando salgo a bailar con amigos. Quiera o no hay gente que ya decidió por mí, esto es democracia (muchas opciones que fueron elegidas antes).
Si uno no toma una dosis de nutri-defensas el resultado es no menos que la nulidad de curiosidad musical, la incapacidad de discriminación y apreciación de composiciones musicales, la apología de ídolos paganos diabólicos, degradación mental y sordera crónica. Y no me quiero olvidar de la creación de personas adictas, radio-dependientes, que necesitan escuchar su canción para vivir, un tema de maná para dormir otro de reggetón para tener ganas de levantarse y un clásico de los piojos para sentirse a gusto con el pais e identificarse patrióticamente. El adicto cree que con el estímulo de su droga alcanza, y cree tener una sensación de satisfacción y plenitud ilusoria.
Y ahí es donde los mass media ganan, y la sociedad pierde.
El problema no es Don Omar ni Axel Fernando, el verdadero atentado es el conformismo.